UH... DRUGS.


 El pasado Miércoles 14 de Septiembre del año 2022 aconteció un hecho inimaginable para mi yo de 9 años: probé las drogas.

 Si bien, esta no es mi primer experiencia con las drogas, sí es la más válida. Para ser más específico, estoy hablando de la marihuana.

 El día de hoy, escribiré mi experiencia con dicha sustancia y cómo caí miserablemente en el profundo abismo de la adicción (bueno, eso último no).

 Mi primer encuentro con la marihuana fue durante el segundo semestre de preparatoria; una chica me invitó a comer una galleta "de esas que dan risa". Únicamente le di 3 mordidas y al rato me comencé a sentir profundamente relajado, posteriormente llegué a mi casa rezando para que no oliera a la sustancia que había consumido o tuviera los ojos rojos. Ese fue mi primer encuentro.

 El pasado miércoles fui al bosque, junto con dos amigos y ahí decidimos fumar dos churros respectivamente. Fue una experiencia asombrosa si te soy sincero.

 Pasó al rededor de media hora para que comenzara a sentir el efecto de la marihuana en mi sistema: comencé a ver medio borroso, algo lento y me costaba un poco enfocar lo que veía; después de eso se me dificultó un poco formar palabras y finalmente me sentí profundamente relajado. 

 En el mismo bosque, encontramos a un joven que vendía raspados y "refrescos preparados", así que decidimos comprarle una sangría preparada, yo tuve que ser quien la iba a pedir... Jamás me había resultado tan complicado pedir una simple bebida, especialmente porque apenas podía formar frases y apestaba a hierba, el individuo que vendía los refrescos dijo "¿huele a marihuana, no?" Y mis amigos solo comenzaron a reírse, traté de mantener la calma pero fue inevitable no reírme junto a ellos mientras juntábamos monedas para pagarle al sujeto y al mismo tiempo rezabamos mentalmente para que no nos fuera a acusar con algún policía.

 Después de eso todo se descontroló: comencé a reírme por todo y a decir y hacer un montón de estupideces mientras tenía las manos manchadas de tamarindo y refresco con chile, además de tener el hocico igualmente manchado mientras reía y seguía riendo sin razón aparente y afirmando una y otra vez: "yo creo que no me ha hecho efecto".

 Fue una larga travesía el camino de tres adolescentes bajo el efecto de las drogas caminando desde el bosque hasta la escuela. Finalmente llegamos y tratamos de lucir lo más normal posible, ya febrero de la escuela uno de mis dos "compañeros de viaje" se fue a su clase y solo quedamos dos (contándome a mí), posteriormente llegaron otros amigos que comencé a abrazar y a acariciar una y otra vez, como si fuera un depravado sexual. Me monté encima de un árbol [*], me invitaron un helado y con el paso del tiempo me fui relajando, me comenzó a dar sueño y después empecé a llorar porque sentía que la persona que amo no me quería, después de eso comencé a reírme mientras lloraba y terminé acostandome en una especie de banca.

 Se me pasó el efecto después de unas 5 horas más o menos y retomé mis actividades diarias como de costumbre.

 Eso es todo, nos vemos.

[*] Adjunto imagen que algún imbécil me tomó mientras estaba montado en un árbol y la subió al grupo de Facebook de mi escuela. Jódete. 



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