PENE.

- Y ahora qué pasa, ¿eh?
- Hace un par de días tuve una suerte de discusión con una amiga. Su nombre lo haré público porque realmente ya no me importa si ve esto o no. Además, es solo una clase de alías.

 Verán, mientras conversaba como de costumbre con Alek, mi amiga, a ella se le ocurrió hacerme una pregunta imprudente, glupa y desgraciada. Los pondré en contexto, hace ya algún tiempo yo le dije a Alek que me gustaba, pero si quieren saber la verdad, solo fue una cosa de dos semanas. La verdad que me sentía un malenco odinoco y aburrido. Ambos hicimos como si tal vesche jamás hubiera pasado y seguimos siendo amigos y todo eso.

- Y ahora qué pasa, ¿eh?
- Hace un par de días tuve un enfrentamiento textual con Alek. A ella se le ocurrió que preguntar sobre mis sentimientos hacia ella era una idea joroschó. Le tuve que decir la verdad, le dije que ya no me gusta -y así es, en realidad-. De cualquier forma, me resultó, además de impertinente, extrañísimo su cuestionamiento. Quiero decir, no había un porqué aparente para preguntar tal vesche, pero aún así lo hizo. Yo le cuestioné sobre el porqué de tal pregunta y como forella sarca evadió mi pregunta veloz, aunque evidentemente.

Tal cosa solo me hizo sentir como un auténtico glupo. Me hizo sentir como si fuera simplemente una opción más, y seguramente no fuera la primera. Pero si quieren saber la verdad, lo que más me enoja de todo este asunto es que éramos buenos amigos, era genial pero a ella se le ocurrió arruinarlo todo. La verdad que no he hablado con ella desde hace como tres días -cuando ocurrió el incidente del que les hablo-. El día de ayer, 9 de Agosto fue su cumpleaños y ni siquiera estaba en vena para felicitarla ni mucho menos. La verdad no me arrepiento.

- Y ahora qué pasa, ¿eh?
- Estuve esperando alguna clase de disculpa por parte de ella, porque no es estúpida, ella realmente pudo percibir que su pregunta fue imprudente y muy incómoda. Me conoce bien y sabe que ese tipo de cosas me molestan más que a la mayoría de personas. Así que estuve esperando alguna clase de disculpa por parte de ella, porque vaya, no es ninguna estúpida. Sin embargo, tal disculpa no ha llegado y, siendo como es ella, creo que no llegará nunca. Por una parte, es triste porque así termina una amistad lindísima. Por otra, si no muestra alguna especie de arrepentimiento, me alegro de que haya terminado porque eso solo demostraría el tipo de persona que es, ¿no?

De cualquier forma, la gente va y viene, pero yo, ¡jo! Yo soy irremplazable.

Es irónico, mi pene tiene una curvatura hacia arriba y aún así las cosas van mal.

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